Consejos

El masaje con un emoliente permite conseguir
al mismo tiempo una flexibilidad cutánea reforzada
y un efecto relajante, por lo que la aceptabilidad
del tratamiento es mayor.

Se recomienda aplicar el emoliente
en cantidad suficiente, calentándolo
entre las manos perfectamente limpias,
para realizar amplios movimientos circulares.

¿Cómo aplicar el emoliente?

Los gestos adecuados